El dirigente estatal del Partido de la Revolución Democrática, Carlos Torres Piña está rebasado por la militancia debido a su ineficiencia y los llamados a los militantes del PRD, para que no hagan campaña a favor de Andrés Manuel López Obrador, virtual candidato de Morena a la presidencia de la república en el 2018 son como los llamados a misa y nadie le hace caso.
La prueba más fehaciente fue el domingo pasado, cuando pese a la advertencia de Torres Piña, para que los perredistas no asistieran al evento de López Obrador en Morelia, para firmar el Acuerdo Político Nacional por la Prosperidad del Pueblo y el Renacimiento de México, estuvieron presentes el diputado federal, Fidel Calderón Torreblanca; Juan Pablo Puebla Calderón, coordinador de los diputados del PRD en el Congreso de Michoacán y el coordinador de los alcaldes perredistas michoacanos, Gustavo Avila Vázquez, entre otros.
Era evidente que nadie acataría la amenaza del dirigente perredista, debido a su falta de liderazgo y a la estrepitosa desaprobación, por el pésimo trabajo que ha venido realizando en el CDE del PRD; en los dos años 10 meses que tiene como dirigente, no ha avanzado el partido del sol azteca y conforme pasan los días el retroceso se agudiza, pese a que presume que por él ganó Silvano Aureoles la gubernatura de Michoacán, pero triunfo el PRD porque hubo una negociación a nivel federal.
A la ineficacia de Torres Piña habrá que sumarle que lo han ligado con la delincuencia organizada y existen fotografías comprometedoras en las que está con el prófugo de la justicia, Julio César Godoy Toscano, ex diputado federal perredista y presunto integrante de la desaparecida organización delincuencial de la Familia Michoacana y sería preciso que fuera investigado por la Procuraduría General de la República, para que explique qué nexos tiene.
Y no obstante estos antecedentes entre otros de presunta corrupción ha estado exigiendo a la dirigente nacional del PRD, Alejandra Barrales y al gobernador Silvano Aureoles Conejo, una senaduría plurinominal. Nunca ha ganado ninguna elección y llegó a la dirigencia estatal del partido del sol azteca, porque su corriente Alternativa Democráta Nacional negoció con Pascual Sigala, dirigente de Foro Nuevo Sol, su llegada a la presidencia del CDE del PRD, porque de otra forma jamás hubiera llegado, toda vez que en otra ocasión ya había buscado la dirigencia y claro Sigala Páez, fue el secretario.
Por otro lado, Carlos Torres Piña, fue denunciado por la senadora perredista Iris Mendoza de vender candidaturas a las presidencias municipales en los comicios del 2015, entre ellas la de Apatzingán, en donde ganó César Chávez el PRI, en Tarímbaro, donde ganó Baltazar Gaona del PT, entre otras de varios municipios e incluso perredistas vieron a Morelia a tomar las oficinas del CDE del PRD, entre ellos los de Tuzantla que exigieron la salida del dirigente perredista.
Finalmente impuso a Stalin Sánchez como candidato de Paracho y opero para que ganara la presidencia municipal, porque negocio la secretaria del ayuntamiento de Paracho para su hermano Javier Torrea Piña y con este historial advierte y amenaza a los perredistas que simpatizan con Andrés Manuel López Obrador, cuando se sabe que él también simpatiza con AMLO, así que el gobernador Silvano Aureoles Conejo debe tener mucho cuidado con este tipo de gentes y tomar c astas en el asunto.
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