Por Héctor Torres
Tras la inesperada renuncia de la doctora Silvia Hernández Capi como secretaria de Salud, se menciona como posible sustituto a Germán Ortega Silva, pero quien cubre el perfil de rectitud y honestidad que impulsa la actual administración estatal es Elías Ibarra Torres.
Ibarra Torres demostró su capacidad y honestidad, en la política, desde que ocupó la diputación local; en la profesional, es Médico Militar con especialidad en Pediatría, lo corroboró desde siempre.
Pudiera decirse que, como médico en el Hospital Latino, tenía ingresos que le permitían llevar una vida desahogada, es decir no necesitaba de la política para vivir.
Alguien lo sonsacó, se comenta que fue Uriel López Paredes, para adentrarse en el devenir de la vida política y surgió, sin duda, un servidor público recto y honesto, y se perdió, parcialmente, un excelente médico militar.
Sin embargo, esta última faceta pudiera rescatarse, para bien de Michoacán, si a Elías Ibarra Torres lo designan secretario de Salud en la entidad.
Ahora que Silvia Hernández Capi, una mujer honesta, se separó del cargo y dejó acéfala la Secretaría de Salud, la combinación ideal para suplirla es la de un excelente médico y un servidor público recto y ejemplar, perfil que cubre Elías Ibarra Torres.
Eso es lo que precisa una secretaría –la de Salud- que mueve muchísimos recursos y que, por lo mismo, despierta la ambición de muchos, pero no de aquellos que nunca precisaron de la política para vivir.
De Germán Ortega Silva lo único que se puede comentar es que no es bien visto dentro de la Secretaría de Salud y su único mérito es que tiene la confianza del gobernador Silvano Aureoles Conejo porque lo atendió de una pierna. Es todo lo que de él se puede hablar.
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