Por ello, se intensifican las acciones vectoriales y la búsqueda intencionada del mosco, a fin de controlar su reproducción y por ende el incremento en el número de casos que ponen en riesgo la salud de las y los michoacanos.
Con acciones sencillas como lava, tapa y voltea recipientes, tinacos, piletas o botellas, descacharrización y patios limpios (evitar acumulación de objetos viejos o llantas que no sirvan) se evita la proliferación en los hogares.
Además de labores de nebulización de hectáreas, levantamiento de encuestas entomológicas, control larvario en las viviendas, rociado intradomiciliario y colocación de ovitrampas en localidades y municipios de la entidad michoacana (Apatzingán, Buena Vista, Nueva Italia, Parácuaro, La Piedad, Yurécuaro, Lázaro Cárdenas, Morelia, Tafetán, Carácuaro, Nocupétaro, Tacámbaro, Pedernales, Puruarán, Lombardía, Los Reyes, Uruapan, Sahuayo, Zamora, Huetamo, San Lucas, Vicente Riva Palacio, Tiquicheo y Tuzantla).
Se ha llevado a cabo control larvario en 17 mil 265 viviendas, 2 mil 833 estudios entomológicos, rociado intradomiciliario de 2 mil 056 casas, 5 mil 134 hectáreas nebulizadas y la lectura de 9 mil 362 ovitrampas.
Estas acciones, se suman a las ya realizadas durante todo el año en las 8 jurisdicciones Sanitarias, donde se trabaja de la mano con la población para que mantengan sus patios limpios, eviten cacharros, instalen mosquiteros, pabellones, uso constante de repelentes, uso de ropa de con manga larga y colores claros; entre otros, lo que ha permitido reducir en un 40 por ciento los casos de dengue en comparación con 2017.
Cabe destacar que hasta la semana epidemiológica número 29 en Michoacán se tiene un registro de 57 casos de dengue no grave, dos de dengue con signos de alarma, uno de zika y tres de chikungunya.
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