Seamos realistas, no esperábamos que al tercer día, la Cuarta Transformación cancelara el Nuevo Aeropuerto de la Ciudad de México, de hecho siendo sensatos va a tardar más que un par de días, va a costar más dinero de lo esperado y no bastará con la aprobación del “pueblo bueno y sabio”.
El Grupo Aeroportuario de la Ciudad de México (GACM), encargado de la construcción del Nuevo Aeropuerto Internacional de México (NAIM), decidió iniciar un proceso de recompra de bonos hasta por mil 800 millones de dólares, para evitar demandas de los fondos internacionales que financiaron la construcción en Texcoco.

Lo fácil es levantar el dedo y ordenar una consulta para cancelar el aeropuerto, pero lo realmente difícil será vender esos bonos, tan ardua es esta operación que será el mismo gobierno de México el que adquiera en una recompra, alrededor de 1,800 de los seis mil millones que se emitieron.
Según Javier Jimenez Espriú, secretario de Hacienda y presidente del GACM, la meta de esta operación es evitar las demandas de quienes compraron los bonos al gobierno para financiar Texcoco, y ganar tiempo para “poder anunciar el cierre de la operación del NAIM en la segunda quincena de diciembre”.
El problema es que esta medida es un cuchillo de dos filos para la Cuarta Transformación, por un lado se trata de un costo no contemplado, que contradice el discurso de austeridad bajo el cual se canceló la construcción, y encarece las operaciones de financiamiento para otras obras como el Tren Maya, la refinería de Dos Bocas, la ampliación de puertos.
Y por el otro lado, no elimina la incertidumbre en los mercados, ya que aún quedarán 4 mil millones de dólares por cubrir, una cifra que quienes compraron los bonos al gobierno querrán ver liquidada antes de firmar un acuerdo de cancelación y aceptar no demandar al gobierno del país.
Por lo mientras la cancelación del aeropuerto en Texcoco y la construcción de dos pistas en Santa Lucía ha dejado de ser una opción austera luego de esta compra de bonos.
Otro problema fuera del radar de la Cuarta Transformación es la presión de las calificadoras, de hecho es tan urgente solucionar este problema, que esperan que en el paquete presupuestal 2019 ya se tenga resuelto el tema del aeropuerto, con certidumbre y claridad para los mercados y los inversionistas.
Esto quiere decir que tienen un par de semanas para ajustar todo el paquete económico, ya que el presidente López Obrador aseguró hoy en la mañana que el presupuesto para el año próximo se presentará a la Cámara de Diputados antes del 15 de diciembre.
Mientras el faraónico avión Presidencial José María Modelos y Pavón ya se desvanece en el firmamento, la incertidumbre vuelve a hacerse presente, presagiando una crisis que no permitirá que nada despegue del aeropuerto de la economía mexicana.
Fuente: DDC
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