Antonio Reyes Herrejón, aseguró que las vialidades y el agua para consumo humano, en el corto plazo, van a ser un problema muy fuerte en la zona metropolitana de Tarímbaro en la que existen cerca de setenta fraccionamientos.
Expresó que en la zona metropolitana de Tarímbaro, son casi 70 fraccionamientos que colindan con Morelia y el problema que enfrentan son las vialidades y el del agua.
Aunque hay mantos acuíferos en las áreas productoras de verduras y hortalizas, la sobre explotación para el consumo humano va a provocar que, en el corto plazo, los fraccionamientos sufran una gran escasez de agua.
El programa de desarrollo urbano elaborado en 2012-2032 fue hecho por profesionistas, con la participación de universidades y empresarios, como la Organización Ramírez, señala, claramente, cuáles son las áreas de crecimiento urbano y cuáles deben conservar su vocación de origen –agricultura-.
El problema que actualmente se está viendo, añadió, es que, si la autoridad en turno no lo aplica a corto o mediano plazo, va a tener sanciones porque se está hablando de una ley, no de un reglamento. Lo grave es que, si se están permitiendo construcciones en zonas productoras, al rato las aguas negras van a ser un verdadero problema.
Indicó que ese programa tenía considerado una zona destinada a parque industrial, pero ya no se va a hacer en el lugar que originalmente estaba contemplado. Era una franja de alrededor de 120 hectáreas en el ejido que pertenecía Mesón Nuevo y Santa Ana del Arco por la cercanía con la autopista, la planta de Pemex, era el lugar más estratégico.
En la zona en la que hoy está previsto la construcción del ElevaPark, el plan de desarrollo lo contempla para la edificación de vivienda.
Advirtió que si no se ven todos esos aspectos y no se va vigilando cómo se desarrolla Tarímbaro, al rato, lejos de ser una solución para el desarrollo urbano, vamos a ser un problema”.
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