Por Héctor Torres
Y Alfonso Martínez Alcázar se victimiza, se dice perseguido por el secretario de Gobierno, Elías Ibarra Torres, de quien únicamente he oído escuchar que Poncho anda en campaña buscando reelegirse y eso, aunque Alfonso lo vea como persecución, no es nada nuevo, es la realidad. Desde que asumió el mando de la comuna moreliana por segunda ocasión ya iba pensando en la reelección como paso previo para buscar la gubernatura.
Y para eso necesita andar en campaña y eso es lo que está haciendo, aunque él, Poncho, pretenda maquillarlo con una opaca pintura de “trabajo” porque ese supuesto “trabajo” no se nota donde vivo, ahí las calles están deterioradas y hay inseguridad, un tema que Alfonso Martínez siempre evade y le echa la bolita a los otros órdenes de gobierno, argumentando que es competencia del estado y la federación.
Y entre una campaña disfrazada de un “trabajo” que no se nota y una ambición desmedida por la reelección, Alfonso Martínez Alcázar buscó la sábana de los partidos Acción Nacional (PAN), de la Revolución Democrática (PRD) y del Revolucionario Institucional (PRI) para cobijar su falsa postura de “independiente”.
Y en ese andar ha tenido dislates que lo dibujan tal cual es, un farsante de la política, y un engreído, soberbio, vanidoso, que lo alejó del PRI. Edna Martínez Nambo, Secretaria Técnica del Consejo Estatal del PRI, aseveró que el tricolor no es el responsable de la caída de la alianza PAN, PRD y PRI, es el alcalde quien la provocó.
Y el nombre de Edna Martínez se filtró como síndica en la planilla de Alfonso Martínez, soberbio como es, atajó esa posibilidad, “no, ni ella ni nadie” y el argumento de Poncho fue que ella, Edna Martínez Nambo, “atiende a los intereses de dos varones”, del exgobernador Víctor Manuel Tinoco Rubí y del dirigente estatal del tricolor, Memo Valencia.
Edna consideró ese dislate de Alfonso Martínez Alcázar como misógino y razón no le falta, pero, con ese comentario, Poncho se metió entre las patas de los caballos. Víctor Manuel Tinoco Rubí, calificado por muchos como el mejor gobernador de los últimos años del siglo pasado y lo que va del presente, se ha mantenido al margen de los procesos electorales.
Tinoco Rubí tiene tal calidad moral y tanto capital político que si decidiera involucrarse en el proceso electoral, la reelección de Alfonso Martínez alcázar quedaría en una simple intentona, en un rotundo fracaso.
Y el otro varón al que, según Alfonso Martínez Alcázar, atiende sus intereses Edna Martínez Nambo, es, precisamente, Memo Valencia y Memo Valencia, franco y directo como es, no se anduvo con miramientos y aseguró que, si la alianza no se dio en la capital michoacana, el responsable tiene nombre y apellido y es, justamente, Alfonso Martínez Alcázar.
Y Memo Valencia fue más allá y expresó que no le van a entregar el PRI a una persona que ni siquiera tiene partido y se dice independiente, y describió a la perfección la incongruencia de Alfonso Martínez Alcázar quien, primero, decía que los partidos eran basura, los botaba al basurero, y luego se le olvida lo independiente y se cobija en los partidos, “nosotros no estamos para caprichos personales”, aseveró.
Y hablando de cobijas, la sábana del PRI es mucho más larga que la del PRD y el PAN, y aunque Alfonso Martínez Alcázar las estire, las jale, va a quedar descobijado porque le falta la del PRI para cubrirse, electoralmente hablando……, del Partido Encuentro Solidario (PES), ni hablar, ese no llega ni a toallita ni para secarse las manos, en caso de que este instituto político se sume a Poncho.
Por cierto en la rueda de prensa del PES para presentar a sus candidatos, Octavio Chávez Aguirre, Tavito, el alcalde de Lagunillas, sugirió a los medios ahí presentes que como encabezado de sus notas pusieran “en muchos lugares nos la van a pelar” y Eder López García les pidió “que así sea el encabezado por favor”.
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