“Es urgente garantizar esquemas de vacunación completos para niñas, niños y jóvenes de Michoacán y así puedan vivir con salud, dignidad y bienestar”, sentenció Toño Carreño Sosa, diputado por Movimiento Ciudadano, al presentar iniciativa de reforma constitucional, para garantizar el acceso universal, gratuito y oportuno a los esquemas completos de vacunación en nuestra entidad.
Entre 2021 y 2025, detalló el legislador, la política pública de vacunación en Michoacán ha enfrentado serias deficiencias estructurales, como desabasto de biológicos, recortes presupuestales, logística deficiente, personal insuficiente y profundas barreras de acceso en zonas rurales, indígenas y marginadas.
Estas fallas, lamentó, “han impedido alcanzar el umbral mínimo de cobertura útil del 95 por ciento y nos colocan entre las entidades con mayor rezago en vacunación infantil, según la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición 2022”.
La pandemia de COVID-19, dijo Toño Carreño, agravó esta situación: en el país, seis millones de infancias se quedaron sin esquema básico de vacunación entre 2019 y 2020. Lo más grave es que la recuperación no ha sido suficiente.
En 2022, México registró las coberturas más bajas de vacunación en tres décadas, en tanto que en Michoacán, apenas el 14.4 por ciento de los niños de dos años contaban con esquema completo, así de drástica es la situación que afrontan nuestras niñas y niños en Michoacán.
Por eso, la iniciativa que sometió el legislador de la bancada naranja, propone adicionar un párrafo al artículo segundo constutucional, a fin de que el Estado tenga la obligación expresa de garantizar el acceso universal, sin discriminación, a los esquemas completos de vacunación, bajo principios de equidad, sostenibilidad, rendición de cuentas y enfoque de derechos humanos.
“No permitamos que el lugar, familia o condición económica con la que nacemos, determine las posibilidades de ser vacunados; la equidad y el desarrollo no puede depender del código postal. La falta de esquemas completos de vacunación, expone a nuestras infancias a enfermedades prevenibles que comprometen su desarrollo físico, emocional y social”.
Finalmente, Toño Carreño afirmó que las vacunas no son un privilegio ni una opción discrecional del Estado; son un derecho humano básico y una herramienta científica comprobada que salva vidas, previene enfermedades incapacitantes y protege a toda la comunidad.
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