Explicó además que actualmente, tanto el Ayuntamiento como las finanzas estatales van en caída libre debido al déficit que presentan por mantener compromisos que no pueden ser cubiertos por los ingresos propios, por lo que deben tomar recursos de otras carteras para subsanar el gasto corriente.
Lamentó que la administración pública municipal haya perdido la calificación que obtuvo en el 2011, como una de las mejores cinco del país –de un grueso de 2400—cuando Río Valencia fungió como tesorero del Municipio.
“Deberemos de hacer un análisis muy puntual de las finanzas para partir de bases reales y de ahí proyectar una reestructuración que permita una administración de los recursos públicos de manera disciplinada y eficiente, priorizando el desarrollo y la inversión pública” detalló Río Valencia.
Fue puntual al señalar que en los últimos 15 años, se debilitaron las estructuras del poder, lo que derivó en la compra de gobernabilidad que tiene como resultado un déficit de 6 mil millones de pesos, de acuerdo a la última cuenta pública del Gobierno del Estado.
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