A partir de este 3 de septiembre, la justicia familiar en Morelia opera con seis juzgados orales

• Estos juzgados conocen sólo de procedimientos orales; su especialización obedece a las determinaciones del Consejo del Poder Judicial basadas en la estadística jurisdiccional

Morelia, Michoacán, 03 de septiembre de 2018. Para continuar agilizando la resolución de controversias en materia familiar, desde este 3 de septiembre el Poder Judicial de Michoacán cuenta con seis juzgados orales especializados en el distrito judicial de Morelia, a fin de que conozcan exclusivamente de procedimientos orales contemplados en la normatividad vigente en toda la entidad desde septiembre de 2015.

Dicha determinación se deriva de la permanente revisión y análisis de la estadística judicial por parte del Consejo del Poder Judicial, que tiene entre sus funciones determinar y adoptar las medidas que estime convenientes para la buena marcha de la administración de justicia, además de crear órganos, áreas o dependencias según las necesidades de trabajo y de acuerdo al presupuesto.

En este marco de competencias y atribuciones, el pleno del Consejo acordó paulatinamente que seis de los ocho juzgados en Morelia cambiaran su denominación a juzgado primero, segundo, tercero, cuarto, quinto y sexto de primera instancia en materia oral familiar.

Cabe señalar que este distrito judicial concentra en los ocho juzgados familiares la mayor carga de asuntos de esta materia en el estado; por ejemplo, en 2017 se recibieron 8,537 controversias y se resolvieron 7,569; en tanto que las cifras del primer semestre de 2018 registran el ingreso de 3,652 expedientes, la conclusión de 6,327 y otros 5,596 se encuentran en trámite.

La modificación de especialización implica que las juezas y jueces de los órganos jurisdiccionales con nueva denominación tienen el carácter de jueces de oralidad, esto en términos de la Ley Orgánica del Poder Judicial.

Entre sus funciones, les corresponde substanciar la etapa de instrucción de los asuntos que les sean turnados, así como la competencia para desahogar los demás procedimientos previstos por el Código Familiar.