Por Héctor Torres
Dicen que segundas partes nunca fueron mejores y, todo indica, Alfonso Martínez Alcázar está comprobando esa máxima. Si su anterior gestión como presidente municipal no es de muy gratos recuerdos, en su segunda oportunidad como alcalde de Morelia, Martínez Alcázar está cayendo en el autoritarismo y falta de sensibilidad, o tal vez considere que ya no habrá una tercera oportunidad y por eso está mandando a los policías municipales a infraccionar a todo mundo para reunir cuánto dinero se pueda; el punto es, ¿para qué quiere ese recurso que le está quitando a los morelianos? Dudo que sea para aplicarlo en acciones que beneficien a los morelianos, ¿para dónde va ese dinero?
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