Por Héctor Torres
Alfonso Martínez Alcázar, sin rubor alguno, se atreve a señalar que no ve ningún avance en el gobierno federal y se le olvida que él también es autoridad y, por lo mismo, está sujeto a escrutinio, y, en ese sentido, a su administración no se le ve absolutamente nada. Alfonso ve la basura en el ojo ajeno y no se percata de la viga en el suyo.
De entrada Alfonso Martínez Alcázar ya endeudó al municipio con 367 millones de pesos que, según él, se aplicarán en un Centro Administrativo, rehabilitación de infraestructura vial, Centro de Convenciones, Mercado Gastronómico y modernización de semáforos.
Y de esa cantidad, cuál será el excedente por aquello del sobre precio en materiales y obras, ¿será que al Hotel Casa Madero le hacen falta algunos arreglos?
El erario municipal ha sido generoso y ha financiado los viajes de Alfonso Martínez Alcázar y su comitiva chuca –dijera el gran Òscar Chávez- a ciudades del país por más de 50 mil pesos y su periplo por España costó, a los morelianos, más de 200 mil pesos.
Y es que Alfonso Martínez Alcázar no se mide y se hospeda y alimenta en lugares exclusivos, después de todo, a él no le cuesta nada. No por nada es su oficina una de las que más gasta en rubros tan ambiguos como los de representación. La transparencia ahí brilla por su ausencia y lo que brilla, vaya contradicción, es la opacidad.
La seguridad o inseguridad, como se le quiera ver, es un saldo pendiente de Alfonso Martínez Alcázar y los homicidios tan frecuentes en Morelia se los endosa a la federación, sin embargo, los robos a pequeños negocios y casas-habitación están a la orden del día, esa sí es una responsabilidad que no puede evadir.
Allá por el rumbo de la Pepsi, en las colonias que están en torno a esa refresquera, son frecuentes los asaltos a tiendas de abarrotes, pero las patrullas municipales a la hora que se les ve es cuando van a tragar tacos El 5.
Y mientras allá sufren la inseguridad, en Siervo de la Nación y Periodismo se la pasa una patrulla todo el día, ¿cuidando qué?, nada, ni modo que ahí se vayan a robar una columna de la obra inconclusa del puente.
Inseguridad creciente en Morelia, opacidad en la administración municipal, basura por todos lados, asaltos, robos, cristalazos: esta es la radiografía del Morelia que Alfonso Martínez Alcázar trata de ocultar con un falso brillo.
Y con todo eso que ocurre en Morelia, ¿hay calidad moral en Alfonso Martínez Alcázar para cuestionar la administración federal? Por supuesto que no. Primero debe ver la viga que tiene en su ojo antes de criticar la basura en ojo ajeno.
Una aclaración, no estoy defendiendo la administración federal –tan malo el pinto como el colorado-, no vaya a ser que se me venga encima esa “gente de la cargada que son genios de la alabanza y la derraman sin medida a quien les llena la panza”, una frase más del genial Óscar Chávez.
Discussion about this post