Por: Héctor Torres
- Se le abre la posibilidad de seguir usando ese programa como empresa casi familiar.
- De seguir medrando del erario cuando menos mientras el Wili siga cobrando como alcalde.
Con bombo y platillo se anunció que para el 2015 el ayuntamiento de Morelia “aplicará 38 millones 206 mil 014 pesos del Programa Nacional para la Prevención Social de la Violencia y la Delincuencia (Pronapred) en 33 proyectos para los cuatro polígonos de la capital michoacana, que actualmente suman 72 colonias” y ante esa noticia quien debe estarse relamiendo los bigotes es Ana Lorena Pérez Cárdenas.
Y debe estar feliz porque se mantiene vigente la posibilidad de seguir apoyando a sus familiares con cargos que les dejan buen dinero, aunque incurra en nepotismo que al fin y al cabo Wilfrido Lázaro Medina “ni ve ni oye”.
El año anterior Ana Lorena Pérez Cárdenas manejó ese programa y se le acusó de incluir en la nómina del Pronapred a un cuñado, una prima, a su pareja y a un trabajador del ayuntamiento-aviador que cobraba en dos sitios.
A esos beneficiados, en el 2014, se les otorgó un salario mensual mayor a los 14 mil pesos y que representaron, en el periodo del programa -9 meses- cerca de 128 mil pesos para cada uno de ellos.
“Qué bonita familia”, como dijera Pompín Iglesias. Hoy, para el 2015, Ana Lorena Pérez Cárdenas, en caso de que siga al frente del Pronapred, podrá seguir demostrando que posee un alto grado de amor filial pues tendrá la posibilidad de seguir apoyándolos desde el erario público.
Cuando menos lo hará mientras Wilfrido Lázaro Medina siga cobrando como alcalde de Morelia y es que, afortunadamente para el grueso de los habitantes del municipio, el Wili ya se va.
Por lo pronto Ana Lorena Pérez Cárdenas, y su séquito de rémoras beneficiados con el nepotismo, deben estar rogando a todos los santos que la mantengan ahí, al frente del Pronapred, para seguir medrando, repito, cuando menos hasta que el Wili se vaya.
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