Por Héctor Torres
Ni como ayudarle a Alfonso Martínez Alcázar en su eterna cantaleta de alabar a su policía municipal a la que casi casi equipara con la Guardia Civil, Scotland Yard o Carabinieri, cuando, en realidad, si fuese digna de ser mirada por la Asociación Internacional de Policía estaría en la lista negra de las peores del orbe. Es conocida la cantaleta de Martínez Alcázar de, ante la alta incidencia de homicidios en Morelia, lavarse las manos y decir que es competencia del estado o de la federación. Se escuda en eso, pero qué puede decir ante la denuncia de vecinos de Villas del Pedregal acerca de que su Policía Municipal defiende y rescata a presuntos ladrones capturados por enardecidos vecinos hartos de la inoperancia o complicidad de los polimunicipales de Morelia y es que quienes detuvieron a los presuntos delincuentes señalaron que estos aseguraron que serían liberados por un tal comandante Julio César García y así fue los liberaron. ¿Qué puede decir Alfonso Martínez de esto? ¿Es ineficacia o complicidad?
Y pasaron cien días de gobierno estatal y fueron cien días de zozobra por las aguas que desde el momento mismo en que Alfredo Ramírez Bedolla fue ungido como candidato comenzaron a moverse de un lado a otro. Que si era el “Juanito michoacano” y vendría Raúl Morón Orozco a relevarlo, que era, sí, morenista puro y eso lo alejaría de ser el “Juanito michoacano”, y sorteó ese escalón, lo brincó, pero luego el mismo Ramírez Bedolla volvió a darle una sacudida a esas aguas con el nombramiento de su gabinete en el que hay nombres vinculados a ex gobernadores como Jesús Reyna García, Víctor Manuel Tinoco Rubí, Salvador Jara Guerrero, o lo que es lo mismo en el gabinete están del PRI y del PRD, y pues, por mencionar algunos basta con Yarabí Ávila, Cuauhtémoc Ramírez Romero, Alfredo Anaya, Gabriela Molina Aguilar, y entre tanto priista, perredista y petista por ahí se coló la morenista Tamara Sosa Alanís que, dicho sea de paso, tiene sangre perredista por su señora madre Fabiola Alanís Sámano.
A cien días parece que Ramírez Bedolla ya libró esas aguas y ahora a enfocarse en el desarrollo de Michoacán, lo tiene que hacer porque las aguas mansas a veces son las más traicioneras y no debe cantar victoria.
De los cien días de Alfonso Martínez Alcázar ni hablar, ya lo dijo y lo dijo bien Memo Valencia, desde que Alfonso Martínez Alcázar asumió el cargo de presidente municipal se acrecentaron los delitos de alto impacto en la capital michoacana, fundamentalmente los homicidios.
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