Por: Salvador Hurtado Díaz
El PRI ante tanto entenado traidor, desagradecido y ambicioso: Tiene presente las penurias cambiantes de la sociedad y trabaja diseñando las estrategias para gestionar alternativas con sensibilidad y vocación por resolver la desigualdad. El Partido Revolucionario Institucional ha llegado a un jalón significativo, alcanzando 96 años de historia en México. Esta supervivencia no es solo un motivo de celebración, sino también una oportunidad para una reflexión profunda sobre el pasado, presente y futuro del partido.
El más longevo de los institutos políticos valora y reconoce con orgullo a la militancia y simpatizantes, la lealtad de muchos y la enorme experiencia acumulada a lo largo de los años. Existen grandes personalidades de mujeres y hombres, sumados los, jóvenes y ni que decir a los adultos mayores priistas, quienes constituyen un sólido pilar del tricolor y el cimiento de las nuevas generaciones. . La sociedad no debe olvidar que han sido los adultos mayores, los que han contribuido al engrandecimiento y a la evolución del país.
La historia moderna de México es muy difícil de entender sin él PRI, debido a que fue el instituto que gobernó el país posterior a la Revolución Mexicana, heredero de ese movimiento armado. Con pensamiento social que no solo pudo erradicar un gobierno que se creyó monárquico , sino que planteó el nacimiento de las instituciones que dieron forma al Estado mexicano, además de que dio pie a que se promulgara la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos misma que sentó las bases del actual sistema político que rige el país.
Desde su fundación, el PRI con todo y sus claroscuros de todo el estado conocidos, ha buscado ser un reflejo de la diversidad de la sociedad mexicana. Esta responsabilidad implica no solo enaltecer los logros sino reconocer las áreas de oportunidad. El partido ahora debe advertir las necesidades cambiantes de la sociedad.
El poderío, ya sea en gobierno u oposición, debe ser ejercido en beneficio de la ciudadanía. La verdadera transformación política, social y económica se logra dando voz a la militancia. Los militantes, como los primeros contactos con la sociedad, deben ser agentes de cambio.
El PRI no obstante que ha recibido miles de puñaladas en la espalda por mercenarios conocidísimos por la población, es más que un partido político: es una estructura arraigada en causas ciudadanas. Ante las crisis actuales, los priistas en este momento tienen como ‘prioridad procurar la congruencia de una transformación institucional de raíz.
En este período crucial, el partido tricolor tiene la oportunidad de fortalecerse, rescatando sus estructuras territoriales, enriqueciendo a sus comités dando voz y escuchar a la militancia como se viene innovando en sus conferencias convertidas comprometidas en “Tribuna del Pueblo”. Su renovación debe ir más allá de ganar elecciones: implica ofrecer una alternativa sólida, congruente y comprometida. Es esencial cuestionarse cómo poner las capacidades al servicio del partido, revalorar la militancia y dar espacio a voces críticas para corregir errores.
Cumplió el PRI 96 años de historia, pero el enfoque está en el presente y el futuro. Trabaja toda la estructura coordinada para ser solidarios con la gente en la entidad, demostrando que es una alternativa factible y comprometida. La renovación del PRI es un llamado constante a la acción, a la reflexión y al compromiso con un Michoacán y un México más justo y equitativo. Los objetivo serán recobrar a Michoacán y al país ya se reconstruyo una vez. Se volverá hacer.
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