Morelia, Mich., a 30 de agosto 2025.- Con las manos que transforman ingredientes sencillos en memorias inolvidables, Elvira Emilian García, cocinera ancestral, tradicional e internacional, comparte con orgullo su historia de vida marcada por la pasión por la cocina y el amor por sus raíces.
Originaria de la cabecera municipal de Quiroga, Michoacán, y actualmente residente en Morelia, Elvira recuerda que su acercamiento a la cocina comenzó desde niña, observando a su madre y a su abuela preparar alimentos. Sin embargo, reconoce que fue al casarse cuando asumió plenamente este oficio que se ha convertido en su vocación de vida:
“Yo cocino con cuatro ingredientes principales: amor, pasión, sazón y cariño. Eso es lo que hace diferente mi comida”, afirma.
Su sazón no solo ha conquistado paladares en México, sino también en países como China, Francia, El Salvador, Guatemala y Estados Unidos, y está próxima a representar a Michoacán en Ecuador y Alemania. Para ella, cada viaje es un orgullo, pues no solo lleva los sabores de su tierra, sino también la identidad cultural a través del tradicional traje michoacano.
Más allá de las recetas, Elvira transmite en cada platillo emociones profundas. En una ocasión, un comensal rompió en llanto al probar un bistec en chile negro que le recordó a su madre ya fallecida. Ese momento, confiesa, le reafirmó que la cocina tradicional es mucho más que alimento: es memoria, vínculo y legado.
Entre los guisos que más han distinguido su trayectoria destacan la lengua en salsa verde con verdolagas, flor de calabaza guisada, patitas de puerco, pambazos y enchiladas, preparaciones que la gente busca especialmente en los eventos donde participa. Y aunque no cuenta con un local establecido, sus seguidores ya saben encontrarla en ferias, exposiciones y festivales gastronómicos.
El camino no ha sido fácil. Entre lágrimas, recuerda las dificultades, humillaciones y sacrificios que ha tenido que enfrentar: dormir en el suelo, soportar lluvias o largas jornadas sin descanso. Sin embargo, asegura que cada obstáculo ha valido la pena:
“Dicen que después del sufrimiento viene la recompensa, y ahora ya estoy a nivel internacional. Pronto seré mundial”, señala convencida.
Elvira agradece a quienes la han acompañado en este recorrido, desde amigos, colegas cocineras y autoridades, hasta la gente que cree en su trabajo. Reconoce que sin ese respaldo no habría podido alcanzar lo que hoy disfruta.
Elvira Emilian García se ha consolidado como una embajadora de la gastronomía michoacana, demostrando que la tradición no solo se preserva, sino que también puede conquistar al mundo.
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