Por Héctor Torres
Guillermo Valencia Reyes, dirigente estatal del PRI, superado el segundo semestre del 2024, señaló la injerencia de la delincuencia organizada en varias regiones de Michoacán, nada nuevo pudiera pensarse, pero la elección extraordinaria de Irimbo pareció darle la razón con la intromisión de poderes fácticos; calificó al diputado Octavio Ocampo Córdova, líder estatal del PRD, de “terrorista político” y de pactar con criminales , “no es el único terrorista político que está encumbrado en un cargo público, hay más, hay presidentes municipales, hay diputados, lo sabemos”, aseveró y semanas después Coalcomán robusteció su tesis con el presunto agradecimiento de las autoridades municipales a una organización delincuencial por los obsequios otorgados a niños de ese municipio.
Eso en cuanto a los alcaldes, pero, en el caso del Congreso, cuál o cuáles diputados o diputadas están dentro del señalamiento de Memo Valencia; son cuarenta integrantes del Congreso y, obvió, se descartan los del PRI y a Octavio Ocampo Córdova porque éste ya fue etiquetado como “terrorista político”, pero quiénes más están en ese supuesto, ¿serán de los nuevos diputados o de los que repiten? Quizá alguna pista pudiera dar el sitio del cual proceden, es decir de los lugares donde la delincuencia está más acentuada y, en consecuencia, hay mayor riesgo de ser acosados, intimidados y obligados a ser parte de; ya quien lo hace porque lleva ese ADN en la sangre, es otra cosa.
Y siguiendo con las incógnitas legislativas, la diputada Ana Vanessa Caratachea Sánchez (PAN), expresó su inconformidad por la integración del Comité Legislativo para la evaluación de la Reforma Judicial al considerar que uno de sus miembros no cumple con los requisitos y quién de entre Anabet Franco Carrizalez, Vicente Gómez Núñez y David Martínez Gowman es el cachirul.
Y bueno, enero inicia, en su primera semana, con la celebración del Día de Reyes y más de algún servidor público de los tres órdenes de Gobierno y de los tres Poderes intentará llevar agua a su molino rasgándose las vestiduras por las infancias, asumiéndose como sus protectores y buscarán los reflectores con eventos en los que se les ve rodeados de infantes.
Un ejemplo es Giulianna Bugarini Torres quien, en la Plaza Morelos celebró, una reunión en la que, dice, repartió, miles de juguetes. Está bien regalar a los infantes un juguete, está mal festinarlo; la cantidad está en duda. Dice que son para los pequeños habitantes del Distrito 11 de Morelia, pero, como lo hicieron cuando pidieron el voto, por qué no pasar casa por casa, constatar la cantidad de niños que habitan, ver sus condiciones y elegir el juguete a entregar, pero dárselo a los padres, a los Reyes Magos que, en estas fechas, hacen magia verdadera para sacar adelante a sus familias, sobre todo con el pago de impuestos y derechos; uff, la siempre presente cuesta de enero.
Y como hay receso en el Congreso de Michoacán, los diputados andan de vacaciones y regresarán a sus curules a mediados del próximo mes de febrero, sería ideal que los 24 electos, es decir los de mayoría relativa, aprovecharan esas vacaciones para visitar sus distritos, ver las necesidades de sus representados y trabajar por darles mejores condiciones de vida, pero, siempre presente el pero, son pocos los que lo hacen, de ahí que no sea gratuito ese reclamo social de que solamente los visitan cuando andan tras el voto.
De los 16 de representación proporcional pudiera pensarse que son los menos obligados por no haberse sometido al escrutinio del electorado y no representar a un distrito en específico, pero, al contrario, pues al recibir jugosos salarios y otras, nada despreciables, prebendas monetarias, tienen que trabajar por todos, para todos y en todos los distritos
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