En la intervención de la diputada Cristina Portillo Ayala mencionó la relevancia de la paridad como una aspiración posible y necesaria para el fortalecimiento de la democracia y la representación de la diversidad social y la gobernabilidad de los países sobre la base de la igualdad entre los géneros en la representación política y en los altos cargos de la administración pública.
En el mismo contexto señala que desde una perspectiva histórica la paridad es parte de las luchas por los derechos ciudadanos de las mujeres desde el comienzo de la modernidad. Los procesos de constitución de las mujeres como sujetos políticos han sido de la mano de los procesos de la construcción de la ciudadanía moderna.
Como bien se ha dicho las mujeres tienen una participación decidida y comprometida con cada uno de los aspectos de la democracia nacional y con la reforma política electoral esos frentes se multiplican. Las mujeres somos responsables de que la paridad no sea letra muerta en la ley electoral.
Nuestro compromiso es no permitir la existencia de mujeres de primera y de segunda categoría y reiteramos el compromiso para continuar trabajando en una mayor participación de las mujeres en la vida política y social y en la eliminación de todas las formas de discriminación existentes para el logro de una igualdad sustantiva y verdadera. La constitución política de los Estados Unidos Mexicanos señala en su artículo 41 que los partidos políticos hacen posible el acceso de estos al ejercicio del poder público, así como las reglas para poder garantizar la paridad entre los géneros, en candidaturas a legisladores federales y locales.
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