Por Héctor Torres
Las cosas ya no deben ser iguales, nunca deben ser como ayer. Hoy ya no rige aquel dicho de que atrás de un gran hombre va una gran mujer, no, eso ya no; hoy caminan, deben caminar juntos, un gran hombre y una gran mujer, o una gran mujer y un gran hombre.
Lograr esa igualdad no es de un día para otro, de la noche a la mañana, alcanzarla debe ser producto de un conjunto de esfuerzos en el que, por supuesto, tienen un papel protagónico el gobierno y la mujer.
El gobierno tiene que entender que tener un gabinete al 50-50 (hombres y mujeres) no es igualdad de género, eso es un pago de cuotas políticas, y la equidad es mucho más que eso.
La igualdad es generar oportunidades de crecimiento, en todos los ámbitos, a las mujeres; darles los elementos, las herramientas, para su desarrollo personal y profesional.
No basta con ponerle a una dependencia Secretaría de Igualdad Sustantiva y Desarrollo de las Mujeres, ese es un nombre como el de cualquiera, lo sustantivo es bajarse de la nube y caminar al lado de la mujer que día a día vive las prisas de llevar al hijo a la escuela para correr a un trabajo en el que no encuentra la misma recompensa que el hombre; caminar al lado de la indígena que lleva su producto al mercado para venderlo a un precio que no corresponde al esfuerzo para fabricarlo; es caminar al lado de la mujer que regresa a casa cansada, a seguir trabajando en el hogar, a atender al hijo o hija, a ayudarles en sus tareas escolares y darles el alimento.
Eso es lo sustantivo, demagogia es pararse al lado del gobernador, del presidente de la república, para hablar en pro de las mujeres y no bajarse a caminar a su lado, al lado de esa mujer que sigue esperando que el discurso quede en el pasado y los hechos se conjuguen en presente, hoy.
Hoy, no mañana, hoy, como dijera Vicente Fox Quesada, hoy hay que hacer todo por la mujer.
La mujer, la mujer, tiene también que hacer mucho para alcanzar la igualdad y su primer gran paso es denunciar lo que vive en el día a día, en romper el silencio y alzar la voz en contra de quien le cierra el camino y de quien la usa solamente como pieza en el discurso.
Servidor público, de los tres órdenes de gobierno, de los tres Poderes, sean hombres o mujeres, que ven al sector femenino como producto para seguir medrando, no deben olvidar jamás que la igualdad viene al nacer; todos nacimos de mujer y la mujer merece ir al mismo paso que los hombres.
Eso es lo sustantivo, lo demás es demagogia.
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