A Silvano Aureoles Conejo le brotó el síndrome del chaquetero y como no pudo ser el candidato de la coalición Por México al Frente se inclinó ante José Antonio Meade Kuribreña y con ello le sigue pagando a Enrique Peña Nieto el que le haya regalado la gubernatura de Michoacán. Pobre Michoacán en manos de quién está y todavía le faltan tres años.
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