Noticiosamente ha llamado la atención y generado reflexiones algunos sucesos pontificados por lo inusitado de la vida, porque no hay otros sucesos de qué hablar o por la importancia del hecho o hechos en sí.
Uno de ellos lo es, o fue, la ratificada determinación – acuerdo del Consejo General del Instituto Nacional Electoral sobre la situación que presenta el calendario nacional electoral, pues este hecho contiene la realización de elecciones generales en nueve estados de la Federación y, después de serie de enredos que no vienen al caso se ratificó la determinación de que debe darse la llamada paridad de género y que en base a esta situación legal o no, deben ser candidatos a esas gubernaturas 5 mujeres y 4 hombres, lo cual es ¿legal?
Porque si se va a lo que realmente es la paridad de géneros debieron ser tres, tres y tres, pero esta distribución no es el centro nien espíritu ni en letra.
La letra y el espíritu de estas líneas es esta reflexión: ¿Por qué este obsequio?
Es un hecho biológico que existan hombres y mujeres…se perpetúa la especie y socialmente se establece el mejoramiento de la misma sociedad y el hecho de que en nuestro país existan porcentualmente ligeras diferencias cuantitativas, poblacionalmente hablando.
Vuelvo a preguntar, ¿Por qué ese obsequio?
¿Por el simple hecho biológico de la coexistencia biológica y social?
Los espacios de representación pública deben ganarse en las aulas de la política: los partidos políticos y si se gusta, en los niveles iniciales: las jefaturas de manzanas, en las tenencias, en las dirigencias estudiantiles, en las colonias, en los liderazgos regionales, en fin.
Es muy cierto que existe un amplio y profundo espacio divisorio entre partidos y sociedad; es un hecho que los partidos carecen de militancias, no tiene cuadros, no han sembrado surcos ni puesto semillas en ellos para que surjan militantes.
Los partidos no hacen su trabajo.
Y este hecho de la paridad de género no sustituirá el trabajo de los partidos…Esa es una de las razones por las cuales se tienen o tenemos los representantes populares o los ejecutivos municipales, estatales y hasta federales que están en los estados y en la presidencia de la República – gabinete y comisiones.
Generalmente son familiares consanguíneos o políticos – o de relaciones afectivas – de directivos y funcionarios públicos de los 3 órdenes de gobierno… ¡Y ofrecen cada espectáculo o de relaciones afectivas!
Este tipo de decisiones está violando el derecho de la ciudadanía de elegir a sus precandidatos y candidatos y haciendo a un lado el compromiso y la responsabilidad de los políticos de tener militantes, pues si bien, los partidos son indispensables para la vida democrática, también lo es que tengan militantes y son y serán los militantes los que deben decidir quién, sean del sexo, género, que sean, pero que lo elija y decida el pueblo, los ciudadanos, mediante sus trabajos partidistas y procesos electorales internos o abiertos, no de esta forma.
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