Por Héctor Torres
El Congreso siempre da de que hablar y no precisamente por su eficiencia sino por los pleitos, las incongruencias y los rumores de presuntos actos de corrupción, el maiceo que supuestamente les hizo Silvano Aureoles para que le aprobaran su empréstito –no emprestito como dice una reportera de CB TV-, y, bueno este asunto de la deuda todavía trae su inercia y dos legisladoras, del PT, Brenda Fraga Gutiérrez y María Teresa Mora, señalaron que les falsificaron las firmas en la acción de inconstitucionalidad contra la deuda de 4 mil 90 millones de pesos. Es absurdo que esa presunta falsificación de sus rubricas la ventilen en medios y no acudan a presentar la denuncia correspondiente en contra de quien resulte responsable. Es en el Congreso del estado donde deben dar muestras de congruencia y apego a las leyes, pero no, no lo hacen así esas honorables señoritas, y prefieren, antes que acudir a las autoridades, optar por los medios de comunicación y al elegir esta vía, pocos, pocos les creen.
Y siguiendo con el Congreso, dos de sus ilustres integrantes, Miriam Tinoco Soto y Erick Juárez Blanquet decidieron retornar a las filas del Partido de la revolución Democrática (PRD) de donde huyeron para abrazarse de Morena y hoy, hoy vuelven a sus orígenes.
Cuentan viejos perredistas, concretamente en ADN, que Morena, sobre todo las mujeres, ganan mucho con la salida de Miriam Tinoco Soto de la que destacan su peculiar estilo de “trabajar”, partidistamente hablando, pues, dicen, ella se encargaba de obstaculizar el crecimiento de otras mujeres, les cerraba el paso para ser ella la única y no tener competencia por aquello de la equidad de género.
Esa forma de “trabajar” le rindió frutos y logró tres diputaciones plurinominales y una secretaría estatal, la de Desarrollo Social. Con Miriam Tinoco Soto se cumple el viejo adagio de que el peor enemigo de una mujer es otra mujer, sobre todo cuando es ambiciosa y ególatra.
De Erick Juárez Blanquet qué decir, su pasado lo condena por ser denunciado ante la ASF por presunto desvío de recursos públicos cuando ejerció como presidente municipal de Angamacutiro.
Así que, ¿quién gana o quién pierde, si estos dos distinguidísimos huéspedes del Congreso deciden regresar al PRD?
Aunque Erick Juárez Blanquet ha señalado que no es un hecho su retorno al PRD y dice que lo está valorando, el dirigente estatal de ese partido, Juan Bernardo Corona Martínez debe ser cauto, mesurado y no festinar ese presunto regreso de los diputados citados, no vaya a ser que, si eso se hace realidad, se tenga que arrepentir porque quien traiciona una vez lo hace una y otra vez.
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