Por Héctor Torres
En su administración municipal Raúl Morón Orozco ha mostrado dos facetas para tratar un asunto de características similares y es que pretextando recuperar espacios para la ciudadanía, por un lado destruye negocios que generan empleos y contribuyen a mantener la deteriorada economía de Morelia, y por otro regala o vende un terreno netamente ciudadano a una organización particular para que instale sus oficinas, concretamente a la Ruta Morada 2.
En el llamado Andador Acueducto y en la Avenida Ventura Puente el ayuntamiento de Morón Orozco retiró los anclajes de los negocios ahí ubicados. Eran fuente de empleo y eso de nada sirvió, no le importó.
En el Andador Acueducto, según líderes empresariales, las ventas han disminuido más del 30 por ciento y se afectaron 200 empleos desde que se retiraron los anclajes.
Sin duda, un golpe letal para la endeble economía de Morelia que no ve la suya por la pandemia del coronavirus y, ahora, un virus gubernamental le pega a negocios que, bien o mal, generaban plazas laborales.
Y si, Morón Orozco se fue con todo contra los negocios ahí establecidos, pero a los comerciantes informales que ahí pululan ni los tocó. Conveniencia política.
El pretexto o argumento del gobierno de Raúl Morón Orozco es que con el retiro de los anclajes se recuperan espacios para la ciudadanía.
Es absurda esa argumentación porque un espacio completamente ciudadano, destinado a área verde se lo regaló o se lo vendió a los transportistas de la Ruta Morada 2.
A aquellos, a los de Andador Acueducto y Ventura Puente, generadores de empleos, Raúl Morón Orozco los trató con la punta del pie, y a los transportistas, que no producen nada, los apapacha y los premia regalándoles o vendiéndoles un espacio destinado a área verde…, y ya hasta el servicio de agua les puso.
Hay preguntas en estos dos casos. ¿En Acueducto y Ventura Puente el espacio recuperado es para cumplir el capricho del Secretario de Movilidad y su obsesión con la ciclovía?, ¿al darle el terreno a la Ruta Morada 2, hubo algún acuerdo en lo oscurito para que las huestes de Pasalagua se abstuvieran de boicotear el Bicivilizate de los domingos?
La realidad es que Raúl Morón Orozco demostró su doble cara, a unos los ataca con cizaña al retirar los anclajes, y a los otros los premia con un terreno que se los vendió o se los regaló.
En ambos casos es un robo de Raúl Morón Orozco; le robó un empleo, una fuente de ingresos a una familia al destruir negocios en Andador Acueducto y Ventura Puente, y le robó un espacio a la ciudadanía para dárselo a la Ruta Morada 2.
¿Y así pretende ser gobernador? Destruye negocios y elimina empleos; regala o vende predios ciudadanos en los que bien pudieran construirse espacios para la cultura y el deporte. ¿Y así quiere ser gobernador?
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